El mes arrancó con un primer pago de 10.000 bolívares, seguido de una segunda entrega el 16 de septiembre que alcanzó 17.760 bolívares. Finalmente, el 30 de septiembre llegó la tercera fase, con un monto récord de 20.850 bolívares, lo que marca un salto significativo en comparación con la primera entrega del mes.
Este bono, como ya se ha aclarado en varias oportunidades, no es universal. Solo pueden cobrarlo los trabajadores de empresas estratégicas del Estado, incluidos sectores energéticos, petroleros y militares. Además, el monto puede variar dependiendo del organismo y del cargo que ocupe cada empleado.
Septiembre también se caracterizó por una fuerte presencia de subsidios. En total, el Gobierno distribuyó al menos 13 bonos diferentes que abarcaron desde programas sociales como el Ingreso contra la Guerra Económica y el Bono Complementario Familiar, hasta becas educativas y ayudas para sectores más vulnerables. Todo esto responde a la necesidad de compensar, en parte, la pérdida del poder adquisitivo generada por la inflación y la constante devaluación del bolívar.
El cierre de este bono con un monto superior a los 20 mil bolívares refleja un esfuerzo por reforzar la política de transferencias directas como mecanismo de apoyo económico. Sin embargo, también deja en evidencia las presiones fiscales que enfrenta el país y la dependencia de muchos hogares de estas asignaciones periódicas para cubrir sus gastos básicos.