El comportamiento de la moneda extranjera muestra una ligera estabilidad en el mercado oficial. En contraste, el paralelo ha tenido un repunte debido a la demanda inmediata de efectivo y a la expectativa de un posible fortalecimiento de la divisa en los próximos días. Esta brecha entre ambos mercados se ha vuelto más evidente en la última semana, lo que marca una diferencia importante para quienes necesitan cambiar dólares fuera del sistema bancario.
Si miramos el desempeño del año, el dólar ha promediado S/ 3,624 con un mínimo de S/ 3,423 y un máximo de S/ 3,847. Esto refleja que, pese a episodios de volatilidad, la tendencia general ha sido de corrección frente a los picos más altos observados meses atrás. Factores como la política monetaria del Banco Central de Reserva, el ingreso de divisas por exportaciones y remesas, así como los movimientos de la Reserva Federal en Estados Unidos, continúan siendo determinantes en la evolución del tipo de cambio.
El dólar Ocoña, por su parte, suele moverse más rápido ante la presión de la demanda en efectivo. Hoy se ve claramente una diferencia respecto al mercado bancario, donde las entidades mantienen precios más contenidos. No obstante, algunos bancos como el BCP ya marcan posiciones más altas, ofreciendo la compra de dólares por encima de S/ 3,520 y la venta cercana a S/ 3,540, lo que refleja que el mercado formal también empieza a ajustarse.
De cara a la próxima semana, los analistas esperan que el dólar se mantenga dentro de un rango acotado en el sistema oficial, entre S/ 3,460 y S/ 3,480. Sin embargo, el mercado paralelo podría seguir ampliando su diferencia si aumenta la presión de demanda o se presentan nuevas señales de incertidumbre internacional. Para quienes tienen operaciones en dólares, resulta clave monitorear día a día los precios y considerar mecanismos de cobertura si la exposición es significativa.
En conclusión, el dólar arranca este sábado con calma en los canales oficiales, pero con una brecha clara frente al paralelo. Esta diferencia refleja la dinámica particular de cada segmento y obliga a los agentes económicos a estar atentos a los movimientos de corto plazo para tomar decisiones informadas.