El proyecto se suma a la construcción de una planta en Ventanilla, Lima Norte, con una inversión aproximada de S/3 millones, que se convertirá en la tercera instalación de la empresa. Actualmente, Comimtel procesa unas 9,000 toneladas de RAEE al año, y con esta expansión espera elevar su capacidad y lograr un crecimiento del 10% al cierre de 2026, manteniendo el mismo ritmo previsto para 2025.
El movimiento responde a una realidad global: el mercado internacional del plástico reciclado ha perdido rentabilidad por las restricciones y altos costos logísticos, especialmente hacia Asia. Ante ello, Comimtel optó por darle una segunda vida a ese material dentro del país, transformándolo en productos útiles que alimenten su propia operación y la de clientes corporativos.
Con esta apuesta, la firma no solo se fortalece como un actor clave en la industria del reciclaje tecnológico, sino que también aporta a los objetivos de sostenibilidad del Perú. Además, su experiencia exportadora —como las 18 toneladas de tarjetas electrónicas enviadas a la multinacional belga Umicore— demuestra su compromiso con un modelo empresarial trazable y responsable.
El crecimiento del acceso a internet en los hogares peruanos, que podría alcanzar al 96.8% de la población en 2026, según OSIPTEL, impulsará indirectamente la generación de más dispositivos y, por ende, más residuos electrónicos. En ese escenario, Comimtel se posiciona de manera estratégica para aprovechar esta tendencia, reforzando su presencia en un mercado que apenas comienza a mostrar su verdadero potencial.
Con visión y sostenibilidad como bandera, Comimtel se perfila como una empresa que no solo recicla, sino que redefine el valor de los residuos tecnológicos en el Perú.