El mercado cambiario operó en un entorno de cautela. A lo largo del día, la cotización del dólar frente al peso se movió en rangos estrechos, reflejo de que los inversionistas están atentos al posible cierre parcial del gobierno estadounidense. Este factor elevó la aversión al riesgo, pero al mismo tiempo impulsó la búsqueda de alternativas en mercados emergentes, lo que favoreció a la divisa mexicana.
Otro punto relevante es la postura de la Reserva Federal, pues los analistas mantienen la expectativa de recortes de tasas en los próximos meses. Una política monetaria más flexible en Estados Unidos tiende a debilitar al dólar, lo que abre espacio para que el peso se mantenga competitivo frente a otras monedas.
En comparación con el cierre de agosto, cuando el tipo de cambio rondaba los 18.66 pesos, septiembre marcó un desempeño positivo para la moneda mexicana. Esta apreciación refleja tanto factores externos como la estabilidad macroeconómica local, que sigue generando confianza entre los inversionistas.
La cotización minorista mostró la diferencia habitual respecto al mercado interbancario. En bancos, el dólar se ofreció en 18.81 pesos, confirmando que para el público en general la referencia se mantiene por arriba de los niveles del mercado mayorista.
En conclusión, el peso mexicano cerró septiembre con el pie derecho. Aunque los movimientos diarios fueron limitados, la ganancia acumulada del mes da señales de fortaleza relativa frente al dólar. Si se confirma un recorte de tasas por parte de la Fed y persiste la búsqueda de activos emergentes, la moneda nacional podría mantener su rumbo positivo en los próximos meses.