El discurso de Breeden y el debate interno en el BoE
Durante un discurso en la Cardiff Business School, Sarah Breeden explicó que el aumento reciente de la inflación es más un bache temporal que una tendencia estructural. A su juicio, el impacto de factores como ajustes en tarifas reguladas y energía no debería provocar un descontrol de precios a largo plazo. Sin embargo, dejó claro que la política monetaria debe manejarse con cautela para no exagerar en la dosis restrictiva.
Sus declaraciones contrastan con la visión de otros miembros del Comité de Política Monetaria del BoE, que consideran que la economía británica sigue enfrentando riesgos de inflación persistente. La funcionaria, sin embargo, insiste en que es más prudente esperar señales claras antes de mover de manera agresiva las tasas de interés. Para ella, lo importante es no poner en riesgo una recuperación que ya de por sí muestra signos de fragilidad.
Tasas altas: un arma de doble filo
El debate gira en torno a cuánto tiempo deben mantenerse las tasas en niveles restrictivos. Breeden considera que prolongar demasiado esta política puede tener efectos contraproducentes, debilitando el consumo, la inversión y el empleo. Al mismo tiempo, reconoce que bajar tasas demasiado pronto podría avivar nuevamente la presión inflacionaria, por lo que la estrategia debe ser gradual y respaldada por datos concretos.
Impacto en los mercados y en la economía británica
Los inversionistas interpretan este tipo de mensajes como una señal de paciencia por parte del Banco de Inglaterra. Esto podría moderar las expectativas de recortes inmediatos, aunque también mantiene la idea de que en algún momento cercano el ciclo de endurecimiento monetario llegará a su fin. Para la economía británica, que ya muestra un crecimiento modesto y desafíos en productividad, la clave será encontrar el equilibrio justo entre contener los precios sin asfixiar la actividad económica.
Conclusión
El Banco de Inglaterra envía así un mensaje de calma: la inflación que sorprendió en los últimos meses no será el inicio de un nuevo ciclo desbordado. Breeden apuesta por una postura prudente, con tasas que bajarán de manera lenta y solo cuando existan señales sólidas de que los precios regresan a su meta. La batalla contra la inflación sigue abierta, pero el mayor riesgo ahora parece ser mantener la economía demasiado apretada por más tiempo del necesario.