El segundo trimestre del año mostró un desempeño irregular para los comercios y empresas de Maracaibo. Según el censo, el 43 % experimentó una caída en las ventas que osciló entre 6 % y 25 %. En contraste, un 35 % registró aumentos y el 22 % logró mantener sus ingresos estables. La presión de los costos y la inflación obligó a más de la mitad de los negocios a ajustar precios y, de hecho, el 55 % prevé nuevos incrementos en lo que queda de 2025.
El Índice de Confianza Empresarial, que mide la percepción de los empresarios sobre el entorno económico, mostró una mejora significativa. De un nivel negativo de –18 en el trimestre anterior, pasó a –3, lo que representa un salto de 15 puntos. Aunque sigue en terreno desfavorable, este repunte sugiere que los empresarios empiezan a ver con un poco más de optimismo el futuro inmediato.
En materia de inversión, la tendencia fue de cautela. La mitad de las empresas mantuvo sus niveles, un 30 % los incrementó y el 20 % los redujo. Las áreas prioritarias de gasto fueron reposición de inventarios, adquisición de tecnología y mejoras de infraestructura. El financiamiento, sin embargo, continúa siendo uno de los grandes obstáculos. El 82 % de las empresas dependió de sus propios recursos para sostener operaciones, mientras que solo un 15 % pudo acceder a crédito bancario.
El empleo se mantuvo relativamente estable, con 64 % de las empresas sin cambios en su nómina, un 22 % que redujo personal y apenas un 15 % que realizó nuevas contrataciones. En el comercio exterior, el 74 % no realizó importaciones durante el trimestre. Los que sí importaron utilizaron principalmente los puertos de La Guaira, Maracaibo y Paraguachón.
Uno de los aspectos más sensibles sigue siendo la calidad de los servicios públicos. El 64 % de los empresarios reportó deterioro en el aseo urbano y la mitad señaló fallas en el suministro de agua. En contraste, la distribución de combustible y el servicio eléctrico mostraron cierta estabilidad en comparación con años anteriores.
En cuanto a la percepción general sobre la economía del país, el 62 % la calificó como “regular”, mientras que un 19 % la consideró “mala” y un 15 % “pésima”. Solo un 4 % expresó una visión positiva. Entre las prioridades que los empresarios reclaman al Estado están el control de la inflación, la reducción de la carga tributaria, la reactivación del crédito y la mejora de los salarios. También señalaron como riesgos principales la debilidad de la demanda interna, la incertidumbre política, las dificultades financieras y la precariedad de los servicios.
De manera paralela al censo, la Cámara de Comercio impulsa la tercera edición del estudio “Maracaibo en Datos”, que busca ofrecer una radiografía precisa de la ciudad con especial énfasis en sus corredores viales y centros comerciales. Esta iniciativa pretende servir como una herramienta estratégica tanto para el sector privado como para la formulación de políticas públicas.
El balance del Censo Comercial 2025 es claro: la crisis sigue afectando a buena parte del empresariado marabino, pero el leve repunte en la confianza revela que todavía existe espacio para la resiliencia y la esperanza. Para que esa confianza se convierta en verdadera reactivación, será indispensable que se avance en el control de la inflación, se recuperen los servicios públicos y se abra el acceso al crédito. Solo así Maracaibo podrá pasar de la resistencia a la reconstrucción.