La colocación de esta deuda llega después de más de un año en el que BBVA no había participado en el mercado local. La estrategia de dividir la emisión en tres tramos responde al interés de diversificar riesgos y captar recursos tanto en pesos como en dólares, lo que le permite al banco tener mayor flexibilidad en su fondeo y un balance más sólido de cara al futuro.
La confianza que despertó la operación se refleja en las calificaciones obtenidas. Fitch otorgó la nota AAA(mex) y S&P la calificación mxAAA, ambas las más altas de la escala, lo que confirma que la institución es percibida como de riesgo mínimo para los inversionistas. En un entorno en el que los mercados globales muestran cautela ante movimientos en las tasas de interés y riesgos geopolíticos, el hecho de que BBVA logre colocar un monto récord con este nivel de respaldo es una señal clara de fortaleza.
El tamaño de la emisión también resulta significativo al compararlo con operaciones anteriores. En octubre de 2024, el banco había colocado 15,980 millones de pesos, mientras que en marzo de este mismo año alcanzó los 15,000 millones. Ahora, con los 17,354 millones, supera sus marcas previas y demuestra que el apetito de los inversionistas por su deuda sigue vigente.
Para BBVA México, el objetivo es claro: fortalecer su liquidez, asegurar financiamiento de largo plazo y mantener su liderazgo como uno de los emisores más sólidos del sistema financiero mexicano. Además, esta colocación reafirma la confianza institucional en la banca mexicana en un momento clave para los mercados, en el que los inversionistas buscan emisores confiables y con perspectiva estable.
En conclusión, la emisión no solo representa un récord en volumen, también consolida la posición de BBVA México como referente en el mercado de deuda. Con un fondeo diversificado y la mejor calificación crediticia, la institución envía un mensaje directo: sigue siendo una apuesta segura para los inversionistas.