El mercado cambiario arrancó la semana con movimientos relevantes, y uno de los más destacados fue el repunte del dólar australiano. El AUD/USD se negocia cerca de 0,6580, con un avance de alrededor del 0,50 % en la jornada, reflejando el impacto de un dólar estadounidense debilitado por la incertidumbre política en Washington ante la posibilidad de un cierre de gobierno. Este escenario ha reducido la confianza en el billete verde, generando presión sobre el índice DXY y favoreciendo a monedas como el AUD.
La atención del mercado está puesta en la reunión del Banco de la Reserva de Australia (RBA), prevista para este martes. La expectativa general es que la tasa de referencia permanezca en 3,60 %, tras los tres recortes que la institución aplicó en lo que va de 2025. No obstante, lo que realmente marcará el rumbo del par será el tono del comunicado: si los banqueros centrales sugieren más espacio para nuevos recortes, la moneda australiana podría seguir fortaleciéndose; por el contrario, un discurso cauteloso podría enfriar el entusiasmo de los inversores.
Los datos económicos recientes de Australia ofrecen un panorama de contrastes. El crecimiento del PIB sorprendió positivamente, con un avance del 0,6 % en el segundo trimestre, superando el 0,5 % esperado, mientras que en la comparación anual la expansión llegó a 1,8 %. Sin embargo, la inflación sigue siendo un reto. El índice de precios al consumidor subió a 3,0 % anual en agosto, frente al 2,8 % del mes previo, y la medida subyacente escaló a 3,4 %. Aunque algunos indicadores suavizados muestran cierta moderación, el riesgo de que la inflación se mantenga elevada sigue presente.
En paralelo, el mercado laboral comienza a mostrar señales de debilidad. Durante agosto se perdieron 5.400 empleos, con una fuerte caída en los trabajos de tiempo completo. Si bien la tasa de desempleo se mantuvo en 4,2 %, el retroceso en la creación de empleo pleno es una señal que podría condicionar las próximas decisiones del banco central.
El balance es claro: mientras la economía muestra resistencia en el crecimiento, la inflación sigue firme y el empleo comienza a dar señales de desgaste. Este escenario coloca al RBA en una posición delicada, obligado a equilibrar la necesidad de controlar los precios sin deteriorar aún más el mercado laboral.
De cara a los próximos días, la evolución del AUD/USD dependerá en gran medida del discurso que adopte el RBA, así como de las noticias políticas y fiscales que lleguen desde Estados Unidos. Para los operadores de divisas, el foco estará en cómo estos factores confluyen para definir el rumbo de uno de los pares más seguidos en el mercado.