La sesión de este martes dejó a la libra en una posición privilegiada dentro del grupo de las principales divisas. Si bien no hubo un gran salto en los precios, su comportamiento estable contrasta con la volatilidad observada en monedas como el euro o el yen, que siguen presionadas por factores externos. Este desempeño convierte a la GBP en un “performer relativo”, como lo describieron analistas de Scotiabank, al mostrar un avance moderado pero constante contra el dólar estadounidense.
La clave estuvo en las declaraciones de Catherine Mann, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra. Su mensaje fue prudente y calculado: no hay señales claras para apresurar recortes de tasas, por lo que el banco central podría mantener la política restrictiva durante más tiempo. Este tono neutral ofreció un respiro al mercado, ya que despeja la incertidumbre sobre giros abruptos en el corto plazo, aunque al mismo tiempo mantiene viva la expectativa de que todo dependerá de los próximos datos económicos.
En el terreno técnico, la libra vuelve a encontrarse con su media móvil de 50 días, cerca de los 1,3464 dólares, después de varios días consecutivos de avances. Los indicadores muestran un mercado que busca equilibrio: el índice de fuerza relativa se ubica en torno al punto medio, señal de que no hay una presión fuerte de sobrecompra ni de sobreventa. Para los operadores de forex, esto significa que la libra podría moverse en un rango controlado entre 1,3420 y 1,3520 en las siguientes jornadas, con cierta probabilidad de probar la zona de 1,35 si los diferenciales de rendimiento siguen favoreciendo al Reino Unido frente a Estados Unidos.
El trasfondo fundamental también respalda a la libra. Aunque los datos recientes del Reino Unido no han sido abundantes, la percepción de que el Banco de Inglaterra seguirá siendo más cauteloso que agresivo le da solidez a la moneda. Además, la diferencia de rendimientos con los bonos estadounidenses mantiene a la libra con atractivo para los inversionistas que buscan estabilidad en medio de un mercado con nerviosismo creciente.
En conclusión, la libra no necesitó grandes titulares ni discursos extremos para convertirse en protagonista. Su papel discreto pero firme la coloca en el radar de los traders que buscan alternativas más estables en el mercado de divisas. Para quienes operan en forex, las señales son claras: vigilar el rango técnico marcado, estar atentos a los próximos datos de inflación y empleo en Reino Unido, y no perder de vista el comportamiento de los rendimientos entre Londres y Washington, que serán decisivos para definir el rumbo de la GBP en el corto plazo.