El 8 de octubre no es un día cualquiera. Desde hace décadas, esta fecha recuerda la valentía de Miguel Grau durante la Guerra del Pacífico, cuando el monitor Huáscar fue rodeado y el marino peruano entregó su vida en defensa del país. Su figura es un símbolo de honor y patriotismo, motivo por el cual el país entero lo conmemora con un feriado que es considerado cívico y patriótico.
Más allá del significado histórico, este día también tiene un impacto directo en la vida laboral. La normativa peruana establece que, si un trabajador presta servicios en un feriado nacional, debe recibir hasta el triple de su remuneración diaria. Esto se explica porque a la remuneración habitual se le suma el pago correspondiente al día feriado y una sobretasa adicional. En la práctica, si alguien gana S/120 diarios, podría recibir S/360 solo por trabajar el 8 de octubre.
El efecto del feriado también se siente en la economía. Miles de familias aprovechan la jornada para realizar viajes cortos a regiones turísticas como Cusco, Arequipa o Piura, lo que dinamiza hoteles, transporte y restaurantes. Asimismo, se incrementa el consumo en centros comerciales, entretenimiento y actividades culturales. Para ciertos sectores que no paran, como supermercados, transporte urbano o servicios de salud, representa un mayor gasto en planilla, ya que están obligados a pagar las compensaciones laborales a sus trabajadores.
Además, el calendario de este año todavía guarda más fechas esperadas. Después del 8 de octubre, los peruanos tendrán otros descansos oficiales como el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos), el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) y el 25 de diciembre (Navidad).
El feriado del 8 de octubre 2025 se presenta así como una jornada con doble valor: recordar la entrega de Miguel Grau y, al mismo tiempo, ofrecer a los trabajadores la posibilidad de disfrutar de un día libre o generar ingresos adicionales. Octubre arranca con una noticia positiva que impacta tanto en la memoria histórica como en la economía de miles de peruanos.