La tasa oficial del dólar en Venezuela volvió a moverse con fuerza. Para este martes 30 de septiembre de 2025, el Banco Central de Venezuela (BCV) fijó el valor del dólar en 177,61 bolívares, lo que representa un aumento de más de 1% en apenas un día. Este cierre no solo confirma la tendencia de depreciación constante del bolívar, sino que también marca un salto de más de 380% en comparación con la misma fecha del año pasado.
A lo largo de septiembre, la moneda nacional mostró una clara pérdida de valor frente al dólar. El primero de mes la tasa se ubicaba alrededor de 148 bolívares por dólar, por lo que en menos de cuatro semanas el bolívar se devaluó casi 20%. Este ritmo de depreciación afecta directamente al día a día de los venezolanos, encareciendo los precios de bienes importados, reduciendo la capacidad de compra de los salarios en bolívares y complicando la planificación de empresas que dependen del costo de insumos dolarizados.
Los analistas coinciden en que esta aceleración está vinculada a la emisión monetaria para cubrir gasto público, a un nivel bajo de reservas internacionales y al diferencial con el mercado paralelo, que sigue marcando una referencia en las transacciones cotidianas. Mientras el dólar oficial avanza con pasos firmes, en las calles la percepción es que el valor real de la divisa ya supera con creces las cifras del BCV, lo que alimenta aún más la expectativa de inflación y la presión sobre el bolívar.
El impacto es evidente: los precios internos se ajustan constantemente, el comercio trabaja con márgenes cada vez más ajustados para no perder competitividad y los ciudadanos ven cómo sus ahorros en bolívares se diluyen a gran velocidad. Incluso quienes reciben ingresos dolarizados sienten el efecto, ya que los precios de bienes y servicios tienden a indexarse de inmediato al nuevo tipo de cambio oficial.
El cierre de septiembre con un dólar oficial por encima de los Bs. 175 ratifica que la depreciación de la moneda nacional es una tendencia difícil de revertir en el corto plazo. El reto para los venezolanos sigue siendo buscar estrategias de resguardo: desde el uso del dólar como referencia cotidiana hasta mecanismos de inversión que permitan proteger el valor del dinero frente a la inestabilidad cambiaria.
En conclusión, el ajuste anunciado por el BCV este 30 de septiembre no es un hecho aislado, sino parte de una dinámica que marca el pulso económico del país. La brecha entre el bolívar y el dólar continúa ampliándose, y con ello el reto de sostener la economía en medio de una inflación que no da tregua.