El recorte de tasas del Riksbank fue interpretado como una medida preventiva para evitar que la economía sueca se frene más de lo necesario en un contexto de inflación controlada. Hasta hace unas semanas, la mayoría de los analistas esperaba que el banco central mantuviera la pausa, pero la decisión mostró que la prioridad ahora es sostener el crecimiento.
Ante este panorama, UBS no tardó en recalibrar sus proyecciones. El banco suizo considera que el EUR/SEK podría mantenerse por encima de 10,90 en el corto plazo y proyecta un cierre de año en niveles cercanos a 11,00. Para 2025, su pronóstico también se movió al alza, situando la relación euro–corona más cerca de 10,75, lo que refleja que la divisa sueca tardará más tiempo en recuperar terreno frente al euro.
El ajuste no significa que UBS haya perdido confianza en la fortaleza estructural de la corona. De hecho, mantiene la visión de que a mediano plazo la moneda nórdica debería fortalecerse conforme se normalicen las condiciones externas y el diferencial con las tasas europeas se reduzca. Sin embargo, la entidad reconoce que la senda será más lenta y con mayor volatilidad de la prevista.
Los factores que jugarán un papel clave en los próximos meses son la inflación y la postura del Banco Central Europeo. Si la inflación sueca vuelve a repuntar, el margen para nuevos recortes en 2025 se reduciría, lo que podría frenar la depreciación del SEK. Por otro lado, si el BCE mantiene una política más restrictiva durante más tiempo, esa brecha limitaría las posibilidades de recuperación de la corona.
La sorpresa del Riksbank dejó claro que los bancos centrales no dudan en cambiar de estrategia cuando la economía lo exige. Para los traders de divisas, el par EUR/SEK se convierte en un terreno fértil de oportunidades, pero también de riesgos, con movimientos que podrían intensificarse en el cierre de este año y durante 2025.
Conclusión
El recorte inesperado de tasas en Suecia marca un giro importante en la política monetaria del país y obliga a los inversores a recalibrar sus estrategias. UBS ya hizo lo propio ajustando sus previsiones para el EUR/SEK, y ahora el mercado tendrá que seguir de cerca cada dato de inflación y las decisiones del BCE. Para los operadores, se abre un escenario de volatilidad que, bien aprovechado, puede convertirse en una oportunidad de trading atractiva.