La atención de los mercados internacionales está puesta en Zúrich, donde el SNB anunciará esta semana su decisión de política monetaria. La mayoría de los analistas coincide en que el banco central suizo mantendrá sin cambios la tasa de referencia, lo que confirma una estrategia conservadora en un entorno de inflación contenida y crecimiento moderado. Desde que la entidad redujo sus tasas en 2024 para contrarrestar las presiones deflacionarias, ha mantenido una línea de acción que busca estabilizar la economía sin forzar una recuperación artificial.
La consecuencia inmediata de esta expectativa ha sido un debilitamiento del franco frente a monedas como el euro y el dólar. El mercado, que había considerado la posibilidad de un nuevo recorte, empieza a deshacer posiciones largas en el franco, lo que genera movimientos de corrección. Además, la menor presión sobre el dólar después de los recientes recortes de la Reserva Federal ha restado atractivo al franco como divisa refugio, contribuyendo también a su ajuste a la baja.
Más allá del tipo de cambio, la gran incógnita es cómo reaccionará el SNB en caso de que la moneda suiza retome una trayectoria de apreciación rápida. Los exportadores helvéticos han sido los principales afectados cada vez que el franco gana demasiado terreno, y la institución ha intervenido en el pasado para moderar estos movimientos. Si bien no se esperan medidas inmediatas, no puede descartarse que se actúe de forma discreta para proteger la competitividad del país.
El otro frente de preocupación está en el sistema bancario local. Con las tasas en cero, los márgenes de rentabilidad de los bancos suizos se reducen, lo que obliga a las instituciones financieras a reestructurar su modelo de negocio. Aun así, el SNB parece cómodo manteniendo esta postura, priorizando la estabilidad macroeconómica frente a los riesgos que supondría un endurecimiento prematuro de su política monetaria.
Conclusión
El franco suizo atraviesa un momento de debilidad que refleja la confianza de los mercados en que el SNB no realizará cambios inmediatos en su política monetaria. Sin embargo, el escenario no está libre de riesgos: una apreciación repentina de la divisa podría reactivar la intervención del banco central, y la presión sobre el sector bancario seguirá siendo un factor de atención. Para los operadores de Forex en Latinoamérica, la clave será seguir de cerca el comunicado del 25 de septiembre, ya que cualquier matiz en el lenguaje del SNB podría marcar el rumbo del franco en las próximas semanas.