La fuerza del Dow Jones y el impulso de septiembre
Wall Street terminó el trimestre con un tono triunfal. El Dow Jones Industrial Average alcanzó los 46,397.89 puntos, extendiendo su racha positiva y superando todos los récords previos. En paralelo, el S&P 500 y el Nasdaq brillaron como no lo hacían desde hace más de una década, impulsados por la fortaleza de las grandes tecnológicas y el optimismo sobre recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. El S&P 500 avanzó 3.5 % en el mes, mientras el Nasdaq escaló 5.6 %, cifras que lo convierten en su mejor septiembre desde 2010.
La sombra del shutdown
El entusiasmo, sin embargo, convive con la tensión política en Washington. La falta de acuerdo en el Congreso para aprobar el presupuesto mantiene viva la amenaza de un cierre parcial del gobierno, un evento que podría frenar temporalmente la publicación de informes económicos clave, como el reporte de empleo de septiembre. Dichos datos son fundamentales para la Reserva Federal a la hora de tomar decisiones sobre las tasas de interés, lo que eleva la sensibilidad de los inversionistas en este momento.
Lo que viene en octubre
Con el arranque de octubre, los mercados girarán su atención hacia dos factores decisivos: los reportes corporativos del tercer trimestre y las señales que emitan los funcionarios de la Reserva Federal. La continuidad del rally dependerá de si la economía logra sostener el ritmo de crecimiento sin presiones inflacionarias y de cómo evolucione la situación política en Estados Unidos. Aunque el cierre de septiembre dejó cifras brillantes, la concentración de las subidas en un puñado de tecnológicas y las altas valoraciones son recordatorios de que la volatilidad puede regresar en cualquier momento.
Conclusión
Wall Street cerró septiembre celebrando, con índices en niveles históricos y un clima de optimismo que empuja las expectativas hacia el último trimestre del año. No obstante, la fiesta bursátil se mantiene bajo la amenaza de nubarrones políticos y macroeconómicos. Los próximos días serán decisivos para confirmar si la fuerza de septiembre se transforma en un cuarto trimestre sólido o si la incertidumbre en Washington y la Reserva Federal terminan poniendo un freno al entusiasmo.