La masa salarial formal, que combina los ingresos promedio con el número total de trabajadores, acumuló diecisiete meses seguidos de crecimiento, según el informe del BCRP. El aumento de agosto se explica por la mayor contratación en empresas medianas y grandes, y por los incrementos salariales que se vienen aplicando en el sector privado.
El dinamismo se notó sobre todo en los sectores servicios y agropecuario, donde la expansión de actividades empresariales, comercio, turismo y agroexportaciones generó más empleo formal. En regiones como La Libertad, Ica y Piura, las agroexportadoras continúan siendo un motor clave de trabajo estable y bien remunerado.
El empleo formal privado avanzó 5,2% interanual, mientras que las remuneraciones promedio reales mostraron una mejora gracias a la moderación de la inflación, que se mantiene dentro del rango meta del BCRP (entre 1% y 3%). Esta combinación de factores permitió que el poder adquisitivo de los trabajadores formales empiece a recuperarse, después de varios años de estancamiento.
Para el BCRP, la masa salarial es un indicador fundamental del mercado laboral, pues refleja el total de ingresos generados por los trabajadores formales y su influencia directa en el consumo interno. Con este resultado, el país acumula más de un año de avances continuos, una señal alentadora para la economía que empieza a reactivarse tras varios trimestres de debilidad.
En líneas generales, el fortalecimiento del empleo formal podría sostener el consumo interno durante los próximos meses, aunque aún persiste el reto de reducir la informalidad, que abarca a más del 70% de la población ocupada y sigue siendo el principal obstáculo para una recuperación más inclusiva.