La cifra de 3.63 % anual para la inflación general indica que los precios siguen subiendo, pero lo hacen más lentamente que en quincenas recientes. Este dato se da luego de un periodo de alzas más aceleradas, lo que representa un cambio de ritmo que nadie esperaba de forma tan clara. El hecho de que la inflación anual esté bajando, aunque lentamente, le otorga al mercado mexicano una señal de alivio, al menos momentánea.
Dentro del desglose de la estadística, vale la pena destacar que el índice de inflación subyacente (que da una mejor idea de la tendencia de largo plazo al excluir componentes volátiles) se ubicó en cerca de 4.24 % anual. Mientras tanto, la parte no subyacente, más ligada a energéticos, tarifas y alimentos sin procesar, bajó hasta aproximadamente 1.58 %. Esta diferencia es clave porque muestra que la presión de precios más difícil (la subyacente) sigue activa, aunque el factor más volátil está cediendo.
Este comportamiento tiene implicaciones claras para los mercados financieros. Primero, la desaceleración permite que Banxico tenga mayor margen para considerar una reducción de la tasa de interés, lo que puede favorecer a ciertos sectores: la renta fija, algunas acciones, e incluso mejorar el apetito por riesgo en activos domésticos mexicanos. En segundo lugar, para los traders y participantes en el mercado FX, esto podría marcar una pauta de moderación en la presión inflacionaria y, por tanto, menor necesidad de tipos altos por largo tiempo.
Sin embargo, el alivio no es total. Que la inflación subyacente se mantenga por encima del 4 % es una señal de que la meta de inflación —usualmente alrededor del 3 %— aún está un poco lejos. Esto quiere decir que no estamos en vía libre para asumir que todo está resuelto: aún hay factores que requieren vigilancia. Entre los riesgos destacan una posible depreciación del peso frente al dólar, que podría importar presiones inflacionarias adicionales, al igual que posibles alzas en energéticos o servicios que podrían revertir o frenar la moderación del ritmo de precios.
¿Qué situaciones conviene seguir de cerca en los próximos días? Los mercados deberán estar atentos al próximo dato mensual de inflación, así como a las declaraciones que emita Banxico o su junta de gobierno, para ver si marcan un cambio de postura. También el comportamiento del tipo de cambio peso-dólar, los salarios, los costos de servicios y los insumos importados. Todos estos elementos pueden cambiar rápidamente el escenario.
En resumen, esta noticia es una buena bocanada de aire para la economía mexicana y para los inversionistas que tienen exposición local. Pero la moderación no garantiza estabilidad automática, por lo que mantener vigilancia y análisis es indispensable.