El enfriamiento se hace evidente en las cifras más recientes: durante el último trimestre, las ventas de viviendas dentro del 5 % más caro del mercado registraron una leve caída respecto al año anterior. Si bien los precios todavía marcan un aumento, este es cada vez menor y muestra que el impulso de los años pasados ya no es sostenible.
A la par, la oferta de propiedades en el segmento premium creció con fuerza, con el mayor incremento en listados de los últimos cinco años. Esto refleja que muchos propietarios de alto perfil están optando por vender, ya sea por cambios personales, necesidad de liquidez o simplemente para aprovechar que los precios aún se mantienen elevados. Este aumento en la oferta empieza a presionar el mercado y podría convertirse en un factor que limite nuevas alzas de precios.
No obstante, el panorama no es igual en todas las ciudades. Mientras algunos mercados muestran resiliencia, otros atraviesan un freno más severo. Ciudades como Indianápolis y Fort Worth reportan aumentos en las ventas y también en la cantidad de propiedades disponibles, lo que habla de un mercado más dinámico y con oportunidades para compradores. En contraste, Miami enfrenta una fuerte caída en sus ventas de lujo, aunque los precios siguen subiendo porque la oferta allí es muy limitada.
Detrás de esta desaceleración hay varios factores que pesan en las decisiones de compra y venta. La incertidumbre económica y la volatilidad financiera han hecho que muchos compradores de alto poder adquisitivo frenen sus planes. El impacto de los aranceles anunciados a inicios de año también generó cautela, mientras que los dueños que aún tienen hipotecas con tasas muy bajas prefieren no mudarse, lo que limita parte del mercado. A esto se suma que los costos de construcción siguen elevados y que la escasez de nuevos desarrollos restringe la capacidad de refrescar la oferta.
Para los inversionistas, este nuevo escenario plantea un cambio de estrategia. El lujo en Estados Unidos ya no garantiza una rentabilidad inmediata ni un crecimiento constante. Sin embargo, la desaceleración también abre oportunidades: más propiedades disponibles significan más margen de negociación, especialmente en ciudades que mantienen dinamismo local.
El mercado de lujo en Estados Unidos sigue siendo atractivo, pero con una advertencia clara: la etapa de bonanza sin frenos ha quedado atrás. Ahora, la clave estará en leer con cuidado los tiempos, elegir bien las ciudades y asumir que, al menos en el corto plazo, el lujo también puede tener sombras.