Desde el Ministerio de Economía explican que la posibilidad de vender dólares directamente al exterior no es una maniobra nueva, sino una alternativa contemplada dentro del marco legal del Banco Central, que autoriza operaciones con fines de regulación monetaria y cambiaria. Sin embargo, lo que llama la atención del mercado es que el Gobierno hable abiertamente de este mecanismo en plena escalada del tipo de cambio.
En los últimos días, tanto el Tesoro como el Banco Central intensificaron su participación en el mercado cambiario. Se calcula que entre ambos organismos se habrían vendido más de USD 400 millones para contener el dólar mayorista, que volvió a rozar los $1.470. En una de las intervenciones más fuertes del año, el BCRA habría colocado cerca de USD 678 millones en una sola jornada, una cifra que demuestra la magnitud de la presión sobre la moneda.
El problema de fondo es que esta estrategia, aunque efectiva en el corto plazo, erosiona las reservas netas. Cada dólar que se vende deja al Banco Central con menos poder de fuego para afrontar eventuales shocks externos o pagos de deuda. Además, el contexto político —con las elecciones cada vez más cerca— obliga al Gobierno a mostrar resultados rápidos, aunque eso implique asumir riesgos mayores.
Otro punto de atención es el acuerdo con el FMI, que limita la capacidad de intervención directa en el mercado cambiario. Desde el Gobierno aseguran que estas operaciones cuentan con “autorización dentro del marco vigente”, pero en el mercado no todos comparten esa interpretación. La línea entre una intervención regulatoria y una violación del programa con el Fondo puede ser muy delgada.
Aun así, la estrategia podría ofrecer un respiro temporal si logra calmar la demanda de divisas y estabilizar las expectativas. El desafío será sostener esa calma sin vaciar las reservas ni generar un efecto boomerang en el tipo de cambio.
Hoy, el Gobierno juega una partida delicada: quiere mostrar control sin agotar recursos, y confianza sin despertar sospechas. En ese equilibrio frágil se define buena parte de lo que pase con el dólar en las próximas semanas.