El mercado arrancó con un fuerte apetito por el euro frente al yen, impulsado por la debilidad estructural de la moneda japonesa y el buen ánimo técnico que venía desde semanas atrás. Pero la noticia del colapso político en Francia cambió por completo el panorama. El primer ministro recién designado presentó su renuncia en tiempo récord, dejando al presidente Emmanuel Macron en una posición comprometida y con la urgencia de formar un nuevo gobierno.
La reacción fue inmediata. Los inversionistas comenzaron a reducir exposición al euro ante el temor de un periodo prolongado de inestabilidad política, lo que provocó una toma de ganancias en el EUR/JPY tras su vertiginosa subida. El cruce llegó a caer por debajo de 175,00, aunque logró estabilizarse en torno a 175,40 al cierre europeo.
En Japón, la historia era otra. La elección de Sanae Takaichi como nueva líder del partido gobernante reavivó las expectativas de estímulos fiscales y un tono más flexible por parte del Banco de Japón. Esa combinación debilitó al yen y favoreció la reciente escalada del par, aunque la incertidumbre europea ahora limita su avance.
Los analistas consideran que mientras el EUR/JPY se mantenga por encima de la zona de 175,00, el impulso alcista podría conservarse. Sin embargo, un quiebre sostenido por debajo de ese nivel podría abrir la puerta a una corrección más amplia hacia 173,50. Por el contrario, si el euro logra estabilizarse y las tensiones políticas en Francia se moderan, el par podría volver a mirar hacia los 177,50 o incluso nuevos máximos.
El desenlace dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno francés para restablecer la confianza del mercado. Cualquier señal de división interna o de dificultades para aprobar el presupuesto podría presionar aún más a la moneda común. En contraste, un mensaje político de estabilidad podría devolver al euro parte de la fortaleza perdida.
Por ahora, el EUR/JPY se mueve entre dos fuerzas contrapuestas: un yen debilitado por razones estructurales y un euro afectado por factores políticos temporales. El equilibrio entre ambas definirá si la reciente corrección fue solo un tropiezo o el inicio de una tendencia más profunda.