En la última rueda del mes, el blue sumó cinco pesos respecto al lunes y acumula una suba superior a los $70 en septiembre, reflejando la búsqueda constante de cobertura en moneda dura. La diferencia frente al dólar oficial mayorista, que cerró en $1.380, se ubica en torno al 4,7%. Este desfasaje deja en claro que la brecha se mantiene como una de las principales preocupaciones del mercado.
Los dólares financieros, mientras tanto, muestran una tendencia alcista aún más marcada. El MEP avanza hasta los $1.492,25, mientras el contado con liquidación supera los $1.537,50. Ambas cotizaciones consolidan su rol como alternativas legales de dolarización, muy utilizadas por empresas e inversores que buscan resguardar sus carteras en un contexto de desconfianza hacia el peso.
El dólar tarjeta o turista, que se aplica a compras en el exterior y pagos de servicios digitales, trepó a $1.820 y se convierte en el más caro del mercado. En paralelo, el dólar cripto, que opera en plataformas las 24 horas, ronda los $1.496,71, mostrando un valor muy cercano al MEP.
A nivel internacional, el Bitcoin cotiza en torno a los u$s113.096, consolidando su recuperación y reforzando su papel como refugio frente a la volatilidad financiera global. Este dato no pasa desapercibido para los pequeños ahorristas locales, que cada vez miran con más interés a las criptomonedas como alternativa de resguardo.
El cierre de septiembre confirma que el dólar paralelo sigue siendo un termómetro de la economía informal, mientras los financieros no ceden y marcan el pulso de los mercados. Con un oficial que avanza a ritmo de microdevaluaciones, octubre arranca con una brecha en alza y con los ojos puestos en cómo reaccionará la demanda en un escenario de dolarización creciente.