Argentina se posiciona como uno de los principales polos de servicios basados en conocimiento de la región. La combinación de talento local, avances en inteligencia artificial y una mayor competitividad macroeconómica transformó al país en un jugador cada vez más relevante dentro del comercio mundial de servicios digitales.
El crecimiento fue tan sólido que duplicó el promedio global, impulsado por la incorporación de tecnologías de automatización, el rediseño de procesos y el desarrollo de nuevos modelos de negocio. A nivel global, los servicios basados en conocimiento superaron los USD 4 billones en 2024, creciendo un 9,5%, mientras que Europa y América del Norte lideraron el ranking.
En este contexto, Argentina escaló al puesto 43 entre los exportadores mundiales, con una participación del 0,23%. Si bien aún es baja en términos relativos, el ritmo de expansión local la coloca entre las economías con mayor potencial de crecimiento en el rubro.
El empleo también mostró un salto destacable. Con más de 283.000 trabajadores, el sector se desmarca del resto del empleo privado, que todavía muestra signos de estancamiento. El desarrollo de software, los servicios profesionales, la biotecnología y el audiovisual son los segmentos con mayor expansión.
A pesar de estos avances, el informe de Argencon advierte que la revalorización del peso encareció los costos salariales en dólares, lo que podría afectar la competitividad externa. No obstante, el dinamismo de la demanda internacional y la capacidad de innovación local continúan sosteniendo el impulso del sector.
De cara al futuro, las proyecciones son ambiciosas. Si el país logra mantener la estabilidad macroeconómica, una política clara de promoción tecnológica y una formación continua de talento digital, las exportaciones podrían triplicarse y superar los USD 30.000 millones en la próxima década.
Conclusión
La economía del conocimiento ya no es una promesa: es una realidad que está cambiando la estructura productiva de Argentina. Con más talento, más innovación y un marco estable, el país tiene todo para convertir su capital humano en el nuevo motor de crecimiento económico.