En el análisis reciente del mercado colombiano se observa que la papa se ha convertido en el mayor símbolo de los precios que caen: su costo ha disminuido de forma dramática en muchas zonas del país. En paralelo, tubérculos como la arracacha también han registrado retrocesos importantes, al igual que productos más estables como el arroz, que han cedido terreno en los supermercados.
Pero esa tendencia a la baja convive con movimientos opuestos. La zanahoria, el café y la yuca destinada al consumo doméstico encabezan los alimentos con aumentos fuertes en el año. En el caso del café, los precios internacionales del grano juegan un papel decisivo: cuando el mercado global aprieta la oferta, el efecto se traslada rápidamente al precio local.
La razón detrás de estos contrastes tiene que ver con agricultura, logística e insumos. Durante las épocas de abundancia, los productos que dependen de cosechas dispuestas tienden a presionar hacia abajo los precios. En cambio, cultivos más sensibles al clima o dependientes de fertilizantes importados pueden encarecerse con facilidad si esos insumos suben de costo o si el dólar se fortalece. Además, la demanda juega su parte: cuando un alimento se vuelve más deseado o se convierte en sustituto de otro, su precio puede escalar con rapidez.
El impacto real lo sienten las familias. En un contexto donde la inflación general ronda niveles que preocupan, tener alimentos que bajan ofrece un alivio parcial, pero la presencia de otros alimentos que suben intensifica las presiones del día a día. En zonas más alejadas, los costos de transporte y distribución pueden intensificar las alzas o moderar las caídas vistas en las grandes ciudades.
La clave para lo que viene estará en cómo evolucionen el tipo de cambio, los precios internacionales —especialmente para productos como el café— y las decisiones del Banco de la República ante estas tensiones inflacionarias. Si quieres, puedo armar un panorama por ciudades (Bogotá, Medellín, Cartagena) para que veas cómo varían estos movimientos según la región. ¿Te lo preparo?