El inicio de semana trajo un aire de optimismo inesperado a los mercados. En medio de la paralización del gobierno de Estados Unidos, los inversionistas decidieron enfocarse en las noticias corporativas y en las expectativas de un recorte de tasas de la Reserva Federal. El S&P 500 avanzó ligeramente, marcando su octavo día consecutivo de ganancias, mientras el Dow Jones y el Nasdaq también cerraron en verde.
El cierre parcial del gobierno, que ya se extiende por segunda semana, ha detenido la publicación de datos económicos clave como el informe de empleo. Esta ausencia de información genera incertidumbre, pero también refuerza la idea de que la Fed podría optar por una postura más flexible ante la posible desaceleración económica. Los mercados descuentan una reducción de 25 puntos base en la reunión de octubre, lo que sostiene el ánimo alcista en la renta variable.
Uno de los protagonistas de la jornada fue Advanced Micro Devices (AMD), cuyas acciones se dispararon más de 23 % después de confirmarse un acuerdo con OpenAI para el suministro de chips de inteligencia artificial. Este anuncio reactivó el entusiasmo por todo el sector tecnológico y empujó al Nasdaq a nuevos máximos. La fiebre por la IA sigue siendo uno de los motores más fuertes del mercado estadounidense, atrayendo capital global hacia empresas vinculadas con el desarrollo de chips, software y automatización.
Mientras tanto, el oro alcanzó un nuevo récord, cotizando cerca de los 4,000 dólares por onza. La combinación de un dólar más débil y la búsqueda de refugio ante la incertidumbre política fortaleció la demanda por el metal precioso. Esta subida también refleja la expectativa de que la Fed mantenga su política de apoyo a la liquidez si el cierre del gobierno se prolonga.
Para América Latina, el repunte de Wall Street llega en un momento clave. Los inversionistas regionales ven en el debilitamiento del dólar una oportunidad para atraer flujos hacia monedas y bonos locales. En México, por ejemplo, el peso inició la semana con ligeras ganancias, mientras que las bolsas de Brasil y Chile se mantuvieron estables, beneficiadas por el avance del precio de los metales.
Aunque la situación política en Washington sigue siendo un foco de preocupación, el mercado parece convencido de que el impacto económico será limitado y temporal. El apetito por riesgo se mantiene firme, y la atención está puesta en las oportunidades que sigue ofreciendo el sector tecnológico.
En conclusión, Wall Street demostró una vez más su capacidad para sobreponerse a la incertidumbre política. La combinación de expectativas de recorte de tasas, avances en inteligencia artificial y un dólar más débil ha devuelto el optimismo a los inversionistas. Para los mercados latinoamericanos, este impulso podría traducirse en nuevas entradas de capital y en un cierre de año más favorable de lo esperado.