Los mercados de Wall Street vivieron una jornada de contrastes en medio del segundo día de cierre parcial del gobierno estadounidense. Mientras el S&P 500 y el Nasdaq lograron cerrar en niveles récord impulsados por la expectativa de recortes en las tasas de interés, el Dow Jones permaneció prácticamente sin cambios, reflejando la cautela de los inversionistas frente a un escenario político y económico aún incierto.
El comportamiento mixto de los índices estuvo marcado por el empuje del sector tecnológico. Empresas como NVIDIA alcanzaron máximos históricos, y otras del grupo conocido como “Magnificent Seven” también registraron avances importantes. Incluso compañías fuera del radar habitual, como Fair Isaac (FICO), se destacaron tras anunciar un movimiento estratégico que podría alterar el negocio de las calificaciones crediticias en Estados Unidos, desplazando a rivales como Equifax y TransUnion.
El contexto monetario sigue siendo clave. Los inversionistas continúan apostando a que la Reserva Federal dará señales de alivio en los próximos meses, lo que mantiene vivo el apetito por activos de riesgo aun cuando la parálisis del gobierno se prolonga. Sin datos macroeconómicos relevantes en la jornada, el foco se mantuvo en las expectativas de política monetaria y en los movimientos de las materias primas.
En el frente energético, el petróleo rebotó después de tres días de bajas consecutivas, impulsado por el temor a sanciones más estrictas contra Rusia. El Brent y el WTI avanzaron alrededor de medio punto porcentual. Por otro lado, el oro cedió posiciones tras haber tocado niveles elevados, afectado por la fortaleza del dólar y el mayor atractivo de la renta variable. La moneda estadounidense se fortaleció frente a sus principales pares, mientras que el Bitcoin registró un ascenso moderado en línea con el tono positivo del mercado.
La foto de la jornada deja claro que el optimismo sigue dominando, aunque no está libre de riesgos. El shutdown en Washington, la posibilidad de que la inflación sorprenda al alza y la volatilidad de los commodities pueden alterar rápidamente el ánimo de los inversionistas. Al mismo tiempo, el rally en sectores como la inteligencia artificial y los semiconductores, aunque atractivo, también eleva el riesgo de correcciones si llega una mala noticia.
En conclusión, el mercado estadounidense navega entre la confianza y la prudencia. Mientras el S&P 500 y el Nasdaq celebran nuevos récords, el Dow Jones parece estar esperando una señal más clara antes de sumarse a la fiesta. La resiliencia de Wall Street muestra que la narrativa de los recortes de tasas pesa más que la incertidumbre política, pero la pregunta es hasta cuándo podrá sostenerse este equilibrio.