El permiso fue otorgado por la Autoridad de Carreteras y Transporte de Dubái y marca la primera vez que un servicio internacional de este tipo recibe autorización para pruebas en la ciudad. En agosto ya se habían puesto en marcha recorridos de prueba en caminos abiertos, lo que demuestra que la implementación no es solo un plan a futuro, sino una realidad que ya rueda en las calles.
Este acuerdo forma parte de un memorando firmado entre Baidu y la RTA, que busca expandir de manera gradual la flota hasta superar el millar de vehículos autónomos en 2028. Se trata de un proyecto ambicioso que encaja con la estrategia de Dubái de posicionarse como un hub tecnológico y de innovación en movilidad.
La experiencia previa de Apollo Go en China fue clave para alcanzar este punto. La compañía ya suma más de 200 millones de kilómetros recorridos de manera autónoma y más de 14 millones de viajes completados sin conductor. Además, en 2024 obtuvo su primera licencia de pruebas en Hong Kong, lo que le permitió adaptarse a condiciones de manejo con volante a la derecha, ampliando así su capacidad técnica para diferentes mercados.
En paralelo, Baidu mostró su vehículo autónomo de sexta generación, el RT6, durante el Congreso Mundial de Transporte Autónomo realizado en Dubái, donde los asistentes pudieron experimentar recorridos de prueba en condiciones reales. Con este modelo, la firma busca no solo perfeccionar la tecnología, sino también generar confianza en los reguladores y en el público.
La reacción del mercado fue inmediata. Las acciones de Baidu, que cotizan en el Nasdaq bajo el ticker BIDU, subieron cerca de 6.3 % tras conocerse la noticia. Este repunte refleja el entusiasmo de los inversionistas por la capacidad de la empresa de trascender su negocio principal de buscador en internet y diversificarse en áreas de alto crecimiento como la movilidad autónoma.
El avance en Dubái puede interpretarse como un punto de validación internacional para Baidu. No solo confirma que su tecnología cumple con los más altos estándares de seguridad, sino que también posiciona a la firma como un actor serio en la carrera global por el transporte sin conductor. Para el mercado, esto es más que una buena noticia: es la señal de que la conducción autónoma dejó de ser un experimento y empieza a consolidarse como un negocio con futuro.